El programa de Atención Temprana.

El programa de Atención Temprana se centra en prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar cualquier trastorno o dificultad que no nos garantice la igualdad de oportunidades en el desarrollo de niños y niñas, con alguna necesidad especial (o en riesgo de padecerla) o en situación de riesgo social. Estará dirigido a niños y niñas de 0 a 6 años e integrará actuaciones sociales, médicas y educativas, coordinadas a través de un protocolo de detección, derivación y programas de seguimiento, del cual se harán cargo los equipos de atención temprana.

Estos, van encaminados a ayudar al alumnado con necesidades específicas y a poder realizar con ellos la integración más adecuada en los centros educativos, además de posibilitar su continuidad en etapas posteriores. Dichos equipos, se encargan de llevar a cabo una serie de funciones, no solo dirigidas al alumno/a si no también a sus familias y a los centros educativos que los requieran. Algunas de sus funciones son:

·         Identificar y valorar la problemática especial de los alumnos.
·         Aplicar la parte del programa que suponga intervención individual.
·     Orientar y formar a la familia, para que los padres realicen programas educativos de adquisición de hábitos y habilidades.
·         Colaborar en el apoyo y asesoramiento a los profesores.
·         Difundir materiales e instrumentos de orientación.
·         Facilitar el acceso de los alumnos de Educación Infantil a Primaria.
·         Impulsar la colaboración entre los centros del sector.
·         Atender a las demandas de evaluación psicopedagógica.
·         Etc.

Para concluir, es importante también mencionar el aspecto preventivo y terapéutico que debe llevar a cabo el centro escolar. En el primero se aclarará que el educador/a será quien observe las dificultades del alumno/a, y en el segundo, se mostrará la necesidad de atender al alumnado con alguna patología instaurada, con el fin de potenciar al máximo sus habilidades y facilitar una mejor adaptación. Además, no debemos olvidar que la intervención educativa deberá estar basada tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.



De Andrés, C., & Aranda, R. (2004). La organización de la atención temprana en la educación infantil. Tendencias Pedagógicas, 9, pp. 217-246.

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